viernes, 21 de octubre de 2011

GRACIAS CALERO



Se retira un arquero de época, un gran profesional del futbol, uno de los mejores porteros extranjeros de la historia del futbol mexicano y, sin lugar a dudas, el mejor de los 110 años de existencia del Pachuca.

Miguel Ángel Calero Rodríguez, quien llegara en el año 2000 procedente del club Atlético Nacional de su natal Colombia, muy pronto se convirtió en un ídolo de la afición blanquiazul gracias a sus magníficas atajadas que salvaron en muchas ocasiones al equipo y así fue forjando su leyenda paso a paso. Tiempo después de su llegada, agregó a su indumentaria algo que lo inmortalizaría: una gorra. Una gorra con la que marcó un gol de último minuto en 2002 a Jaguares de Chiapas, una gorra que en 2006 nos hizo vibrar al pensar que otra vez había anotado para vencer ahora a las Chivas, y aunque no fue de él el gol, tiene gran mérito que haya ido y saltado pues distrajo a los defensivos.

Momentos inolvidables cuando con sus atajadas fue una pieza muy importante para que los Tuzos levantaras la copa en el Invierno 2001 y Apertura 2003 ante Tigres en el Volcán Universitario, cuando alzó las copas en el Clausura 2006 y Clausura 2007, pero la que más recuerdo, la Copa Sudamericana 2006 en Santiago de Chile. De aquel partido otra imagen que me quedó muy grabada: al final del partido se le acerca a Enrique Meza, lo abraza y le dice: lo logramos profe, y usted calló muchas bocas.

Un guerrero que superó problemas graves de salud, salió adelante y volvió para seguir deleitando a los aficionados del futbol con sus espectaculares atajadas y defender los colores de su amado Pachuca, al cual no dejó a pesar de tener ofertas de grandes equipos en México y el extranjero.

No recuerdo bien cuando y donde fue la primera vez que lo vi en persona y me regaló un autógrafo, pero fue algo genial conocer a un ídolo. En los últimos años he tenido oportunidad de saludarlo más seguido y me he dado cuenta que es un líder dentro y fuera de la cancha, además de ser de los más idolatrados por la afición.

Su inmenso amor por este equipo y estos colores se ve reflejado en el empeño que pone en la cancha, los gritos que da a sus compañeros, el apoyo en causas sociales y en su naturalización como mexicano, al sentirse parte de este país. Todo ese sentimiento hacia el Pachuca se resume en dos frases que mencionó en el anuncio de su retira y en su cena de despedida: ``Si volviera a nacer, me llamaría Miguel Calero, seria portero y defendería a huevo los colores del Pachuca´´. ``Llegué Tuzo, crecí Tuzo, me voy Tuzo y seguramente moriré Tuzo´´.

Gracias Cóndor por tantas alegrías, se te extrañará en la cancha, se te recordará con un inmenso cariño y como uno de los mejores jugadores tuzos. Se va una figura y nace una leyenda.